El curso se desarrolla durante estas semanas en la sierra del Galiñeiro
Un taller permite iniciarse en el ascenso por la montaña
Incluido en la programación de extensión universitaria de la Vicerrectoría
Establecer un primer contacto con la escalada en roca, para luego ir avanzando en las técnicas de progresión hasta conseguir ser autónomo en la práctica de este deporte. Ese es el propósito central del taller Escalada en roca en vías equipadas de un largo, insertado en la programación de Extensión Universitaria de la Vicerrectoría del campus y que en estas semanas se desarrolla en la sierra del Galiñeiro. Abierto solo la participación de personas que hubieran superado previamente un curso de iniciación acreditado, este taller dirigido por la profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte Águeda Gutiérrez da, a su vez, continuidad a los talleres de escalada en rocódromo que se desarrollan en este centro del campus desde 2017.
De hecho, fue la propia demanda del alumnado de estos cursos en el rocódromo, por los que pasaron ya más de 80 personas y que se insiren también en la programación de extensión universitaria del campus, la que motivó la puesta en marcha en 2021 de este taller de escalada en roca, que tiene también como principal docente al seleccionador gallego de escalada y responsable del programa de tecnificación de la Federación Gallega de Montañismo, José Juan Domínguez. Tras seis años promoviendo estos talleres, Gutiérrez hace en ese sentido «una valoración muy positiva» del interese que despiertan estas actividades, en la que participaron a lo largo de estos años tanto estudiantes de la facultad y de otros centros del campus, como personal de la Universidad, titulados y tituladas y personas ajenas a la institución académica.
Seguridad y progresión
La mayoría de las y de los participantes en esta tercera edición del taller de escalada en roca fueron previamente alumnos del curso de iniciación, «pero también hay personas que lo vuelven a repetir con el objetivo de afianzar conocimientos y conocer nuevos sectores de la escalada», señala Gutiérrez. Dirigido en ese sentido a personas con conocimientos previos, este curso arrancó en el rocódromo de la facultad con una sesión introductoria, dirigida a incidir de nuevo en los aspectos y equipos de seguridad, para luego trasladarse a la sierra del Gallinero. «Los contenidos se mantienen cómo en pasadas ediciones», señala Domínguez, que explica que uno de los aspectos centrales de esta formación son «las maniobras de seguridad que tan sólo se dan en la roca», como las «maniobras de descuelgue cerrado, descuelgue dudoso, abandono o desmontaje de vías diagonales», así como de los «riesgos objetivos en cuanto a potenciales caídas peligrosas y cómo minimizarlas».
Con los aspectos de seguridad, los sistemas de progresión y el aseguramiento como aspectos centrales, los responsables de esta formación buscan a partir de ahí que el alumnado pueda enfrentarse progresivamente «a itinerarios de mayor dificultad con las mayores garantías», como destaca el también entrenador del Club de Montaña Aromon. Con esa idea, las primeras ascensiones se realizan en la modalidad top-rop, en la que la cuerda por la que escalan se encuentra fijada al final de la vía por la que ascienden, lo que permite depurar las maniobras de progresión y seguridad. A partir de ahí, se enfrentarán también la escaladas como «primero de cuerda», aquel que va fijando las cintas en los anclajes, en primer término en vías muy sencillas, para luego ir aumentando el grado de dificultad, con el objetivo final de que adquieran los conocimientos suficientes para poder practicar este deporte con autonomía.